Todos a la calle No más Farc
Si
nos dolieran los secuestrados y asesinados por las Farc, los
estudiantes habrían convocado ya a una gran marcha contra los asesinos.
Si
existieran congresistas cojonudos, deberían levantar la sesión plenaria
de mañana y salir a marchar por la séptima hasta el Tequendama.
Si
el presidente valorara el repudio nacional a este acto miserable,
marcharía con los estudiantes, con los ricos y los pobres, con los
soldados y policías, sin armas, desde la Casa de Nariño hasta San Diego.
Llegó la hora, salgamos a la calle.
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