En menos de una semana, escuché a dos personas que no se conocen entre sí expresar el mismo argumento para no votar por Antanas Mockus: dizque este país necesita un 'Duro' y él no lo es. Según ambos, un taxista y un desempleado que pasaban de los 55 años de edad, la tarea es escoger al más teso entre Santos, Vargas, Pardo y Petro, pues a Sanín ni siquiera hay que tenerla en cuenta, por ser mujer.
Para ellos, el presidente ideal nos debe ganar a todos los ciudadanos en malicia y cinismo. Debe dominar la mentalidad de "no dejarse de nadie" y de madrugarle a todo el mundo antes de que alguien se aproveche de él. Si somos un país de 'Duros', pues que nos gobierne el campeón.
Creo que no es gratuito el detalle generacional en esta anécdota. Es evidente que muchísimos jóvenes van a votar por el ex rector de la Universidad Nacional, porque quieren que Colombia cambie. Se equivocan quienes quieren seguir viendo la campaña electoral de este año como una competencia por escoger al candidato más uribista, cuando hay evidencias muy claras de que lo que nos estamos jugando es un cotejo entre la política tradicional y una nueva forma de gobernar a este emproblemado país. La polarización creciente está entre jóvenes y viejos.
La otra forma de oponerse a Mockus es tratar de descalificarlo por ser supuestamente blando, frente a la pretendida dureza de Santos, quien tendría a su favor ser el campeón de los 'Duros', de los uribistas y de los fuertes. En este punto valdría la pena tomar en cuenta un argumento que escuché un par de semanas atrás en un debate radial: la fortaleza puede provenir del poder o de la autoridad. Y Mockus prefiere la segunda.
O más precisamente, como lo demostró cuando fue alcalde de la ciudad más complicada del país en su momento, prefiere el liderazgo basado en la aplicación firme de la autoridad, dentro de la ley. Como dijo el concejal Juan Carlos Flórez en el 2001, para la clase política tradicional el primer mandamiento es "yo negocio todo" y el segundo, "no cumplo nada" y Mockus no practica ninguno de los dos.
¿Ejemplos de la autoridad ejercida con firmeza? Decretar que los bares y sitios nocturnos funcionaran sólo hasta la 1:00 de la mañana y sancionar a quienes no cumplieron; promover el desarme voluntario de los ciudadanos; trasladar a un barrio digno a los recicladores de una zona deprimida de la ciudad; crear la noche de las mujeres; prohibir la venta pública de pólvora; y prohibir que los menores de 18 estuvieran en la calle después de la medianoche.
Aún con el Concejo Distrital en contra (la famosa 'coalición mayoritaria'), el alcalde Mockus invirtió en el 2002 más de un billón de pesos en TransMilenio y las ciclovías, proyectos de su antecesor, y más de $4,2 billones (el equivalente a tres Planes Colombia) en proyectos sociales. Adicionalmente, dejó las finanzas saneadas para el mandatario entrante.
Después de ocho años de autoridad basada en el poder, en Colombia hay un número creciente de ciudadanos, sobre todo jóvenes, que pide renovación y cambio de rumbo, sin que eso signifique un rompimiento o una negación de lo avanzado. Antanas Mockus convoca esperanza y entusiasmo y es muy probable que gane las elecciones en primera vuelta.
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